EL ADIOS A RAMÓN GONZÁLEZ, SINÓNIMO DE BOXEO EN MALVINAS ARGENTINAS

Fue boxeador y entrenador de larga trayectoria. Paseó su experiencia en distintos clubes locales. Perdió su combate con el Covid.

Ramón como boxeador y en su etapa de entrenador, junto a Jesús Cuéllar

El exboxeador y entrenador Ramón González falleció el jueves pasado a los 76 años de edad. Estaba internado en una clínica privada de Munro, donde llegó los primeros días de febrero por haber contraído Covid.

Vecino del barrio El Callao de Malvinas Argentinas -donde vivía junto a su familia desde principios de los ’70- González era un símbolo del boxeo en Malvinas Argentinas. Fue entrenador de varios púgiles destacado de la zona, como Ricardo Kojak Silva, César Pirucho Dómine y, más recientemente, el Tiburón Ávila. También al paceño Jesús Cuéllar, campeón mundial pluma.

González se desempeñó como entrenador en varios clubes de la zona, como El Cruce y Sol de Mayo, el último que lo vio desplegar su sabiduría boxística.

Pero a la par de su pasión deportiva, estuvo 38 años en la Línea 341, primero como chofer y después como inspector. “Se había jubilado quiso seguir trabajando… el trabajo y el boxeo eran todo para él”, cuenta su hija Cintia en diálogo con Tiempo de Tortuguitas.

Era muy activo, volvía del trabajo, dormía una siesta y se iba al gimnasio hasta la noche. Así todos los días. Cuando empezó la pandemia siguió entrenándose… salía a correr todas las mañanas y después volvía y nos despertaba a todos. Tenía adoración por sus nietos de 7 y 8 años, les decía “los campeones” y me decía que no veía la hora que cumplieran los 14 para empezar a enseñarles”.

A comienzos de febrero, las energías de Ramón empezaron a flaquear. Unos días después supieron que tenía Covid-19 y quedó internado en una clínica de Munro. El primer tramo de la enfermedad lo transitó sin mayores problemas. Pero las secuelas que le dejó una neumonía fueron complicando el panorama. El jueves 4 de marzo murió.

Lo extrañamos mucho, él era todo en casa, se nota mucho el silencio… Me quedaron grabadas las últimas palabras que me dijo, cuando pude verlo en la clínica: ‘cuidá a mamá y a mis campeones… y poneme los guantes al sol’”, refiere Cintia.

Se fue un grande del deporte. Un deportista apasionado que volcó su sabiduría para formar valores de la zona. Un hombre humilde y querido por todos que dejó una huella enorme en la historia del deporte malvinense.

DESCANSÁ EN PAZ MAESTRO DE LA VIDA

Desde EEUU, donde sigue su carrera como boxeador, Jesús “El Forastero” Cuellar, despidió a su maestro: “Se fue quizás uno de los últimos grandes maestros de este deporte en Argentina. Para mí el más grande de todos. No hubiera sido lo mismo sin vos Ramón, viejo, amigo, padre, campeón… fuiste el que más me dio y me cuido sin pedirme nunca nada a cambio. Marcaste mi camino y lo logramos. El más leal, sincero y más sabio de todos. Esta pérdida es enorme porque fuiste un excelente maestro pero mejor persona. Gracias por tanto. Nunca serás olvidado. Descansa en Paz campeón de la vida”.