CRÓNICA Y SU RECUERDO DEL HOMBRE GATO EN PABLO NOGUÉS

Fue un fenómeno de los ’80 del conurbano. Aseguraban que andaba por los techos, aunque fueron versiones no comprobadas.

El portal de noticias del diario Crónica publicó en estos días una nota recordando la repercusión que, promediando la década del ’80, tuvo ese fenómeno popular que se conoció como «el hombre gato«.

Un personaje con fisonomía gatuna que, según las versiones, andaba por los techos con intenciones que podían ir desde el robo de niños hasta el robo.

 Las supuestas «apariciones» se reportaron desde varios puntos del conurbano. El tema tuvo gran repercusión en los medios y todavía se puede ver en Youtube algunas coberturas de la por entonces recién surgida Crónica TV.

Una de esas supuestas apariciones se dio en Pablo Nogués. Aunque la psicosis se trasladó a otros puntos malvinenses. El algunos lugares, los vecinos hacían rondas nocturnas en su búsqueda.

Crónica ubica el episodio de Nogués en marzo de 1985, y así lo recuerda:

«La noche, aparentemente, se encontraba calma. Sin embargo, se tratará de una tensa calma. Un vecino de Pablo Nogués, luego de escuchar ruidos de fuertes pisadas en su techo, agarra su arma y dispara varias veces en esa dirección.

Dicha persona afirma, posteriormente, que un hombre con máscara y vestido totalmente de negro, con la pierna herida, corrió hacia la calle y se introdujo en un auto que lo estaba esperando. Pablo Nogués no queda al margen y se organiza, asamblea mediante, en patrullas armadas de vecinos.

La policía se intranquiliza aún más. La tensión se encuentra en su máxima ebullición, como una caldera a punto de explotar. Pasan los días sin novedades del citado sujeto. Pasan los meses, también, sin novedades. Pasan los años y la provincia de Buenos Aires da cuenta del Hombre Gato, simplemente, como una extraña leyenda urbana, convertida, posteriormente, en una terrible e impensada pesadilla. Ya dejaron de escucharse los amenazadores maullidos que habían convertido a varias localidades del Gran Buenos Aires, en la geografía del terror«.

El fenómeno movilizó, incluso, a la Policía. Pero las versiones nunca se confirmaron. Tampoco hubo reporte de alguna víctima por el accionar del personaje. Solo quedaron la leyenda en el conurbano… y una canción de Riky Maravilla que la evoca.

Luis Melillo

TESTIMONIOS

El episodio del hombre-gato en Nogués fue mencionado en estos días en el grupo de Facebook “Historia Local de Malvinas Argentinas”, donde se abordan recuerdos de las localidades malvinenses. Estos son algunos comentarios surgidos en el posteo:

-“Nosotros vivíamos en km. 30, casa con techo de chapa y mi mamá se asustaba con cualquier ruido” (Lorena Undery).

-“Yo tenía 10 años y los rumores corrían… Los chicos decían que el Hombre Gato no te robaba, ni nada: sólo te llevaba el corazón y la sangre… Y yo andaba aterrorizado…” (Julio Alejandro Redondo Lamas).

-“Recuerdo que en mi barrio todos los chicos estábamos aterrados no queríamos salir afuera de noche por miedo al hombre gato” (Karina Lencina).

-“Eso fue en Villa de Mayo, no en Nogués. A la vuelta de mi casa estuvo Canal 9, un circo de gente. Yo era chica pero recuerdo un portón de un vecino y toda la vereda llena de rayas como rasguños” (Laura Olcese).

-“Fue en Pablo nogues en el barrio La Cabaña… todo el pueblo salía de noche a buscarlo y hasta en la comisaría de Polvorines tenían uno disfrazado que supuestamente lo habían capturado y te cobraban para verlo” (Adrian Mario Alcaraz).

Sí, un vecino dijo ¿vieron al hombre gato? ¡Estaba en tu techo! El tal hombre gato era mi esposo que estaba moviendo la antena para poder ver mejor la imagen del televisor” (Silvia López).

En Villa de Mayo los vecinos se reunían por la noche a rondar y nos cuidamos entre todos. Hice la denuncia y después empezó a andar la policía y se fue, pero pasamos noches de terror, de verdad, andaba por los techos” (Cristina Ruiz).

-“Fue verdad, yo tengo unos tíos que viven en el barrio Olivos, yo tenía unos 9 años en esa época, en la casa de una de mis tías estuvo. A uno de ellos lo habían perseguido hasta lo que se conocía como el «campo lechero». No era uno, eran varios, supuestamente pertenecían a una secta” (Sebastián González).

-“Me acuerdo y en ese entonces se había creado una psicosis impresionante. Ahora nos reímos” (Juan Carlos Arias).