GONZALO RITACCO, DEL SEMILLERO DE PARQUE HERMOSO AL FÚTBOL ECUATORIANO

Surgió en el club de Tortuguitas y hoy es una de las figuras del Guayaquil City. Un repaso por su trayectoria, su experiencia ecuatoriana y la difícil situación por la pandemia.

Comenzó a jugar al fútbol en el recordado club Parque Hermoso de Tortuguitas, donde integró la categoría ’93. Luego de un largo camino, Gonzalo Ritacco está hoy en el Guayaquil City, equipo de la primera de Ecuador. Desde allí dialogó con Tiempo de Tortuguitas, en medio de la emergencia por el coronavirus.

-En la Argentina se vieron imágenes muy fuertes del coronavirus en Guayaquil, dónde estás viviendo…

La situación es complicada, casi al mismo nivel que España o Italia. Colapsó el sistema sanitario y las morgues, por eso los videos que llegaron a la Argentina. El 70 % de los infectados del país está acá en Guayaquil, es el epicentro. Es una ciudad muy poblada y además se tomaron medidas tarde. La responsabilidad es un poco por la gente que no se cuida y por las autoridades. Yo estoy bien, lejos de los lugares más complicados. No salgo hace un mes, compro todo online. No quiero dar chance a nada. Aparte hay estado de sitio a partir de las 2 de la tarde y ya no sale nadie.

-¿Cómo son tus recuerdos de Parque Hermoso?

Tengo mucho cariño al club, al barrio. Como lo conté hace muchos años en una nota que me hiciste, unas vacaciones pasamos en bicicleta con mi mamá por el club y decidimos ir. Estuve desde los 5 a los 10 años y fui muy feliz en ese club, hice muchos amigos. Era un ambiente muy lindo con Cubilla primero, después con el profe Ale Boeri. Nos educaron, nos transmitieron muchos valores que me sirvieron a los largo de mi vida.

-Después de Parque Hermoso, cómo siguió tu trayectoria…

Después me fui a Fenix de Pilar con Ale Boeri, donde empecé a jugar con equipos de AFA. De ahí me probé en River, donde de 200 chicos quedamos dos. Estuve dos años y me tocó un momento que en River echan a la coordinación de las inferiores. Me fui a probar a Defensores de Belgrano y quedé. Ahí empecé una nueva etapa, en octava división y en quinta me suben a primera y me toca jugar con Ariel Ortega, que fue el año que se retiró. El técnico Rodolfo Della Picca siempre me decía… “le vas a contar a tus nietos que tiraste paredes con Ortega”. Debuté contra River en Copa Argentina, en San Juan, en 2011. Fue especial por ser contra River, que es el equipo del que soy fanático, y encima con Ortega. Me fui a Argentinos de Merlo porque necesitaba jugar y mostrarme y de ahí, a Defensores Unidos de Zárate. El primer año perdimos la final con San Miguel y me tocó hacer un gol. Un año después logramos el ascenso.   

-Y de ahí a Ecuador…

Me llevó Toresani en 2018, al Orense de la segunda división. Fue mi primera experiencia internacional, todo un desafío. Me fue bien, hice un gol que fue elegido el mejor gol de la segunda división, que se lo hice a Manta, el club al que fui el año siguiente. Después tuve un paso por Rampla Junior en Uruguay, con Toresani, una experiencia que no terminó bien. Y a mediados de 2019 volví al Manta de Ecuador. Me tocó ser titular, peleamos el torneo y salí mejor asistidor. Llegamos a la final y la perdimos con el Orense por poco. Ahí surgió el interés de varios clubs de primera y me decidí por el Guayaquil City.

-¿Cómo ves el fútbol ecuatoriano?

Es un fútbol muy físico, pero el día que los ecuatorianos levanten un poco más la cabeza y terminen mejor la jugada pueden ser uno de los grandes de América. Tienen todo, potencia y rapidez.

-¿Te adaptaste a la vida ahí?

Me adapté muy bien. La gente es muy cálida.Conocí a Vanesa, que es mi novia y nos comprometimos. La gente es muy parecida a la argentina. Son pasionales en el fútbol. Tengo la idea de hacer la ciudadanía ecuatoriana y poder aspirar a la selección mayor.

-¿Extrañás la familia y el país?

Cuando vine el primer año fue muy importante para mí haber venido con mi mejor amigo. Obvio que se extraña a la familia y los amigos pero con las video llamadas la vas llevando. Por suerte no estoy solo porque hace un año vivo con mi novia. Y mi familia vino a verme varias veces. Aparte la calidez de la gente acá hace que uno se sienta bien. Hay poca inseguridad,al extranjero lo tratan bien y tienen una cultura linda.  Con todo esto se hace más fácil estar acá y todo el sacrificio que significa… si pudiera elegir me gustaría jugar en River…pero no todo se puede.

Luis Melillo

DE ARCHIVO | Una nota de Tiempo de Tortuguitas a Gonzalo Ritacco, protagonista del fútbol infantil de Parque Hermoso, en junio de 2004.