SERVICIO PUERTA A PUERTA PARA PACIENTES PEDIÁTRICOS CON DIABETES
Apunta a su educación terapéutica y a la de su familia. Un equipo de educadores especializados en la enfermedad los visita a domicilio.
El sistema de Salud de Malvinas Argentinas implementó el servicio puerta a puerta para pacientes pediátricos con diabetes tipo 1. La actividad busca combinar el tratamiento médico que los niños y niñas reciben en el Hospital Pediátrico con las intervenciones educativas en su propio hogar. El objetivo principal es que el paciente adquiera conocimientos, conductas o actitudes que sean beneficiosos para su salud en compañía de su familia.
La diabetes tipo 1 es una patología crónica. Por eso, los pacientes deben tener un control riguroso de su tratamiento a lo largo de toda su vida. El proyecto, coordinado por el educador en diabetes Marcelo Salaberry, busca brindar educación terapéutica a pacientes pediátricos a partir de diferentes variables que influyen en su desarrollo como la relación intrafamiliar, la economía del hogar, las creencias, la estima y los intereses personales, entre otras cosas.
El Hospital Pediátrico cuenta con grupos de educación y consultorios externos desde hace más de un año y actualmente realiza un seguimiento de 46 niños con diabetes tipo 1.
La visita domiciliaria como estrategia surgió a partir de la constatación que alrededor de un 30% de aquellos pacientes no asiste a las consultas educativas, ni tampoco a los talleres grupales.
El Secretario de Salud local, Fabián Basílico, señaló que “muchas veces la falta de resultados en el tratamiento de la diabetes tiene que ver con una mala comprensión de la enfermedad, por eso la educación es el pilar fundamental. En pediatría esto es crucial porque los chicos tienen un sistema de aprendizaje distinto al de los adultos. Nuestro equipo está formado por un educador certificado y dos enfermeras capacitadas para tratar con pacientes pediátricos”.
La primera visita del plan fue a la casa de la familia Soria, vecinos de Pablo Nogués. El equipo de educadores trabajó con Alejo (13), quien tiene diabetes desde los 4 años, sus padres y sus hermanos. Allí se trataron los conceptos básicos de la enfermedad y su tratamiento, de modo que se pudiera profundizar el aprendizaje de la alimentación para adaptarla a la aplicación de la insulina y al ejercicio físico según los horarios, los hábitos y las actividades de la familia.
Claudia Hess (53), mamá de Alejo, estuvo muy contenta con la visita y comentó: “Es totalmente diferente a ir a un consultorio, para nosotros es una emoción terrible. Nos ayuda mucho con Alejo y nos hace sentir muy contenidos. Espero que puedan llegar a muchos chicos porque a veces una los lleva al nutricionista o al diabetólogo pero a las clases de educación se complica. Esta es una excelente manera de complementar, porque llegar a los hogares es una maravilla”.
Respecto a los beneficios del servicio, el educador Marcelo Salaberry advirtió que “esta acción puede ser de alto impacto sanitario y emocional para los pacientes pediátricos. Tenemos muchos pacientes que no vienen a la asistencia médica y eso trae complicaciones complejas. Nuestra propuesta es ir a buscar a esos pacientes para fortalecer la mirada educativa e incorporarlo a nuestro programa de talleres”. En la misma sintonía, Basílico consideró que “si uno deja la diabetes librada al azar, puede traer inconvenientes graves. Nosotros no somos de quedarnos cruzados de brazos y por eso vamos a las casas, para descentralizar la salud y que esté donde la gente la necesite”.