CURAR HERIDAS Y REÍR

Entrevista a Margarita Sánchez Hernández, vecina de Villa de Mayo, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención “Puente 12”.

Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui«/ Silvio Rodríguez

Margarita es una sobreviviente del terror más terrible. Como reza la canción Como la Cigarra: “tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí sola y llorando”. La principal diferencia es que ella no está sola debido a que construyó una hermosa familia y un sólido grupo de amigas y amigos, compañeras y compañeros que la admiramos y aprendemos mucho de ella. A cada paso deja una estela de combatividad y serenidad al unísono.Está hecha de humanidad y sensibilidad, sin embargo se ha sobrepuesto a situaciones que muchos no podríamos. No se quedó lamentándose por el dolor que la atravesaba sino que siguió luchando por sus compañeros ausentes buscando “Memoria, Justicia y Verdad“. Lo realizó de forma independiente y honesta. Sin bajar las banderas jamás, con la esperanza de llegar a la verdad y el castigo a los culpables. Algunos de sus objetivos se fueron consiguiendo, pocos; la mayoría siguen sin consumarse y por tanto su lucha sigue en pie como la de tantas y tantos que luchan en nuestro país por justicia para los 30 mil.

Ella reside en Malvinas Argentinas, se dedicó a la docencia hasta hace pocos años. Hoy nos sigue enseñando con su ética y dignidad porque “La única lucha que se pierde es la que se abandona”. Tuvimos la oportunidad de entrevistarla y dejemos que sus propias palabras nos relaten su vida y su gesta.

-Preséntate por favor, contanos un poco sobre vos.

Mi nombre es Margarita Sánchez Hernández y soy docente jubilada. Actualmente formo parte de la comisión Vesubio y Puente 12, que está compuesta por un grupo de sobrevivientes de esos centros clandestinos de detención y por familiares de desaparecidos en esos centros. La actividad que desarrollo dentro de la comisión es la de acompañar y “acompañarnos” para que esos juicios se lleven adelante, por cierto ahora están bastante demorados con toda esta situación de cuarentena. Buscando la manera de continuar con los juicios. Los tiempos son muy importantes para llevar a cabo el proceso de esclarecimiento y nosotros como los genocidas tenemos nuestros años ya. En estos años han fallecido sobrevivientes y acusados,por lo tanto es vital no perder tiempo.

-Contamos tu experiencia en la Dictadura.

Me secuestraron el 18 de Mayo de 1976, ya desde el 14 habían desaparecido compañeros del trabajo. Yo militaba en la Juventud Peronista, realizaba trabajo solidario en las villas. La solidaridad era algo peligroso en aquel momento, ser delegado sindical o simplemente participar. Bajo esos conceptos de peligrosidad se dedicaron a torturar y secuestrar. Ese 18 de Mayo me vienen a buscar a mi trabajo, el ferrocarril Belgrano; con la excusa de que tenía que presentarme en una comisaria, que no recuerdo el número, para supuestamente brindar una declaración para ayudar a dos de mis compañeros. También se llevan a Ana Rosa Nusbaun, que era una compañera de trabajo, de otro sector. Me había enterado que mi amigo Jorge La Cioppa había desaparecido el 14 de mayo. Fui la última persona en verlo cuando bajo en la estación Carapachay rumbo a la casa de sus abuelos que vivían a seis cuadras y después me enteré que nunca llegó. Lo tengo muy presente por haber sido la última en verlo.

Cuando me secuestran y llego al Centro Clandestino, el 18 de mayo, escucho como lo torturaban a Jorge y pienso que ese mismo día falleció teniendo en cuenta lo que escuchaba de las torturas. Permanecí en ese lugar hasta el día 30 de Mayo, me liberan y vuelvo a casa. Pensé durante muchos años que era una sobreviviente pero me entero en el 2005 en la CONADI, que Roxana se había ido al Chaco y después vuelve a Buenos Aires y conoce a un muchacho con el que forma pareja. Estando embarazada la vuelven a secuestrar en la estación Florida del Ferrocarril Belgrano Norte, y a su pareja que era delegado ferroviario. Ambos desaparecidos. Después me enteré que estuve secuestrada en el Vesubio, autopista Richieri y Camino de Cintura.

En el 2005 por otros testimonios y pericias comprobé que estuve detenida en Puente 12 gracias a la ayuda de varios compañeros e investigadores. La confusión estaba dada porque ambos centros estaban casi pegados, apenas separados por la Autopista .También ahí al lado estaba la comisaria 205. Saberme única sobreviviente de ese grupo me provocó un shock terrible pero me dio una gran responsabilidad.

A partir de 2005 me puse en contacto con Cristina Comande, que sería la presidenta de la comisión,conozco a los demás integrantes. Entre ellos a Pablo LLonto. La comisión tiene como prioridad indiscutible el esclarecimiento y la justicia para tantos jóvenes que tanto han luchado. Ellos no dieron la vida, se las quitaron un grupo de personas nefastas y oscuras. En la comisión logramos convivir con distintas ideologías y con el fin común del esclarecimiento y la verdad.

-¿Cómo es tu militancia actual?

Mi militancia actual está relacionada a esa lucha, participar en los juicios y en contar la historia. Acompañar a los compañeros, soy querellante en el juicio Puente 12. Luchando, participando y acompañando es como milito actualmente  todo el tiempo que puedo. Reitero que para nosotros es muy importante que esta causa avance ya que los genocidas culpables ya fallecieron algunos y otros están en eso. La docencia también es como milito actualmente, contando en las escuelas esta historia, dando charlas, eventos culturales. Nuestra esperanza son los jóvenes. Que ellos puedan seguir luchando en nuestro lugar.

-Contamos un poco sobre tus compañeros de aquella época.

Recuerdo a tantas caras.Mayo es un mes con muchas fechas, con nombre y apellido. Recuerdo como luchaban por un mundo mejor, respetar los derechos de los trabajadores y estudiantes.Debemos seguir creyendo en un mundo mejor. Yo creo en eso. Por eso tengo un profundo deseo de vivir, apuesto a la vida, la memoria, la justicia. Es despertar los corazones. Cada año compruebo como cada vez más se van interesando más por estos temas nuestros jóvenes.

-¿Cómo es tu vida después de jubilarte?

Cuando me jubilé me propuse dedicarme de lleno a esta lucha difundiendo y acompañando a compañeros y haciendo lo posible para que los genocidas paguen y sean condenados. Que paguen sus culpas, porque lo que hicieron fue terrible. Nadie se merece ser torturado,ni maltratado. Y son 30 mil aunque algunos digan que no, y fue genocidio aunque algunos digan lo contrario.

– Contamos de tu libro publicado.

Me gustaría escribir un libro testimonial pero todavía no me animo a hacerlo, tengo varios borradores. Si, escribí un libro de relatos y poesía donde combiné recuerdos de mi niñez con mi presente. Siempre están presentes aquellos momentos oscuros de aquella época de manera .sugerente. Me gustó porque hablo de muchas cosas, tal vez sin haberlo notado, hablo de la muerte, de aquellas vivencias terribles. Mi libro se llama “Si querés te cuento”, contiene poesías como por ejemplo“Cuarenta Marzos” donde hablo de la dictadura. El pasado está en el presente.No existe para mí el pasado pisado. También pienso que si no hubiera pasado todo aquello no podría estar haciendo todas estas cosas y eso me fortalece. Llegar a la juventud, amé mucho mi trabajo como docente, lo disfruté plenamente. Fue y es parte de mi militancia. Confío que contando mi historia y la de mis compañeros vamos a trascender, a perdurar y seguir luchando.

Juan Borges