“FUIMOS A VERLO VARIAS VECES PARA LLEVARLO AL CARRILLO PERO SE NEGÓ”

Sandro Ortega, jefe de Defensa Civil, contó cómo actuó su área respecto al hombre que vive en las calles de El Chelito, en estado de abandono.

El caso de Marcelino -el hombre que deambula por las calles de El Chelito, que duerme en las veredas y vive en estado de abandono- conmociona. Tanto a los vecinos que lo ven a diario como a aquellos que supieron de su existencia por una nota que publicó este portal.

Sandro Ortega, jefe de Defensa Civil en Malvinas Argentinas, contó que su área intentó varias veces su traslado al Hospital Carrillo de Los Polvorines –que dentro del sistema de Salud municipal se dedica a trastornos psíquicos- sin resultados positivos ante su negativa.

Lo fuimos a ver varias veces para activar el protocolo que tenemos para personas en vulnerabilidad y llevarlo al Hospital Carrillo pero el hombre se negó. Nos dijo que había estado en un instituto de salud mental en Pilar pero no lo pudimos convencer para llevarlo al Hospital”, explicó el funcionario a Tiempo de Tortuguitas.

Nos manifestó que estaba en un instituto de salud mental en Pilar. Cuando está en la Ruta 8 y nos ve se cruza al lado de José C. Paz. Le entregamos comida y una frazada cada vez que lo encontramos”, acotó Ortega.

También aportó un dato: «En todo el distrito tenemos registrados unos siete casos de situaciones de calles crónicos. Algunos tienen alteraciones psíquicas, otros no. En todos los casos tratamos de aplicar el protocolo para asistirlos pero se niegan a abandonar esa situación. Lo que hacemos es visitarlos y llevarles ayuda«.

Lo que dice el funcionario deja en claro que encontrar una solución para estos casos es complicada. El reclamo volcado reiteradamente en las redes respecto a “que alguien haga algo y se lo lleve” choca con la ley de Salud Mental, que solo acepta la internación si el mismo paciente lo autoriza. La Policía solo puede actuar si el caso está judicializado. Estas no son las situaciones que transita el caso de Marcelino, que resiste cualquier intento en ese sentido.

Su imagen interpela a todos. Por el momento, solo cabe la solidaridad que haga un poco más llevaderas sus duras condiciones de vida.