Cooperativa de Tortuguitas ( 4/4/2013 )
UN PREMIO PARA EL SÍNDICO
La Cooperativa organizó un sorteo y el primer premio lo sacó su síndico titular. La anécdota muestra el poco apego de sus directivos a las reglas de la ética empresarial.
Así lo reflejó la revista Tonos & Pulsos: el síndico Perrín, a la derecha, disfrutando el viaje a Cataratas,
Cuando una empresa hace un sorteo abierto a la comunidad, se estila excluir de la posibilidad de participación a directivos, empleados y, aun, familiares directos de los mismos. Se hace, es obvio, para evitar malos entendidos, para darle una mayor transparencia al sorteo. Se imaginan que Nike sortee una platea en el Camp Nou y una cena con Messi y que el ganador fuese el hijo del presidente de la empresa. Un desastre para la credibilidad del sorteo. La regla no figura en ningún código, pero está presente en cualquier manual básico virtual de ética empresarial. En cualquiera, menos en el de la Cooperativa Telefónica de Tortuguitas. Es que los directivos de la empresa de base solidaria de Tortuguitas suelen demostrar poco interés por la transgresión de estas cuestiones. Para citar un ejemplo, desde estas mismas páginas contamos el caso de la confitería del Polideportivo, adjudicada a dedo al secretario Gonzalo Pérez, empleado estrella del presidente De Céspedes. Pérez se quedó con la explotación comercial de la misma sin que mediara una licitación, ni al menos un simple concurso de precios. Todo fue con el mayor de los sigilos, en silencio. Vale aclarar que si hubiera habido licitación o concurso de precios, aun así el joven empleado estrella Pérez hubiera estado inhibido de concursar. Cuando este cronista, en su condición de asociado de la Cooperativa pidió una explicación sobre el tema, solo recibió dilaciones, muestras de desagrado y débiles fundamentaciones. La Cooperativa, y también la sindicatura, contestó algo así como que la decisión no violaba ni el reglamento interno, ni la ley. No es ilegal, es verdad, pero no es ético, acotó el cronista/asociado, sin lograr nada más que perder el tiempo. Pero volvamos al tema de los sorteos. En diciembre de 2012, la Cooperativa hizo la fiesta de los 45 años, que entre otras cuestiones, incluía sorteos. En la revista Tonos & Pulsos de Febrero, página 2, leemos la nota "La sorpresa de ganar". Allí una asociada, la señora Nora Echeverría, nos cuenta que ella se ganó el premio más importante de la fiesta, un viaje a Cataratas del Iguazú que compartió con el marido. "El premio que querían todos", dice la nota. La mujer cuenta que compartió el viaje con su marido, que fue asombroso, que la hostería tenía un servicio de calidad, que la ciudad de Iguazú la sorprendió gratamente. Lo que no dice ella, ni la nota, es el nombre del marido. Cuánta descortesía para el hombre que, según ella misma cuenta, convenció a la mujer que se quedaran a esperar el sorteo, mientras ella insistía en irse un rato antes. No se lo nombró, pero para compensar, en la nota está la foto del marido, junto a ella, con el fondo tropical de las cataratas. Y ahí descubrimos que el marido no es ni más ni menos que el síndico titular de la Cooperativa, Edgardo Perrín. El mismo que viene en la función desde hace años. El mismo que -a pesar de ser quien representa a los socios ante el Consejo de Administración- se enojó hasta casi sacarse cuando dos asociadas le pedían precisiones respecto a la pesada multa que la CNC aplicó a la cooperativa, en la última asamblea. El mismo que debió excusarse de recibir el premio. Si usted es socio de la Cooperativa y se siente molesto, y quiere pedir explicaciones, le diría...ni lo intente. Le dirán que presente una nota, demorarán muchísimo en responderle, y después de dilatar al máximo, aparecerán con una nota en la que le explicarán que eso no es ilegal, que el reglamento no lo impide, ni tampoco la ley de Cooperativas. No pierda el tiempo, en la Cooperativa Telefónica de Tortuguitas los manuales de ética empresarial son objetos en desuso. Luis H. Melillo |
|