Hay numerosas calles y viviendas anegadas. Se complica el tránsito y cientos de personas sufren inconvenientes para ir al trabajo. Se inundaron casas linderas a la nueva fábrica Volkswagen, cuyo predio fue elevado,

Como es habitual en Tortuguitas, otra vez la lluvia viene cargada de complicaciones. La localidad vuelve a tener numerosas calles y viviendas anegadas. Se complica el tránsito y cientos de personas sufren inconvenientes para ir a sus trabajos. También se registraron cortes de luz en algunos sectores. El malhumor vecinal por la situación se manifiesta a través de las redes sociales.

Desde la noche de ayer se registran inconvenientes en la zona por las fuertes lluvias caidas. Se estima que entre las 18 del martes, cuando se desató una fuerte tormenta, hasta las 6 de hoy, cayeron unos 111 milímetros, según datos del Observatorio Central de Buenos Aires (OCBA), con sede en Villa Ortúzar, que depende del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

El cruce por la ex estación de servicio Sol es casi imposible, mientras que la salida a Panamericana se complica a la altura de Drago y El Callao, a la altura de la estación de servicio Esso. El acceso a la Media 7 Roberto Arlt también es muy dificultoso: la calle Las Araucarias, entre Tierra del Fuego y Jujuy está totalmente anegada.

El municipio difundió los números de Defensa Civil para emergencias: 4663-9901 / 4660-5095 / 103

SE INUNDARON CASAS VECINAS A LA FÁBRICA VW

Anoche, vecinos del barrio Los Ángeles que viven sobre la calle Santiago de Chile, cuyos fondos lindan con la nueva fábrica Volkswagen, se comunicaron con la redacción de Tiempo de Tortuguitas para contar que el agua había ingresado a algunas casas que hasta antes de la construcción jamás habían registrado problemas.

Para construir la fábrica, hubo un desmesurado elevación del terreno, que había despertado la alarma vecinal. Las alarmas, como así también los pedidos de informes de concejales opositores fueron desestimados por el cariglinismo.

Ayer, el enojo vecinal tenía un destinatario: el concejal Carlos Herrera, quien oportunamente, ante los vecinos, había minimizado los efectos negativos que podrían derivar de la elevación del terreno.

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