Tierras Altas ( 6/2/2017 )
MURIÓ EL LADRÓN BALEADO POR UN VECINO EN MEDIO DE UN ROBO
Estuvo más de un día con muerte cerebral. Anoche decidieron desconectar el respirador artificial y murió hoy. El vecino que le disparó está libre porque el fiscal considera que lo hizo en legítima defensa de su madre.
Tras permanecer casi 48 horas con muerte cerebral, en el transcurso del día de hoy se produjo el deceso del joven que el sábado a la mañana había ingresado a una casa de Tierras Altas y, tras amenazar a la dueña de casa con una pistola, terminó gravemente herido de un disparo que le hizo el hijo de la mujer. La secuencia comenzó el sábado, después de las 8 y 30, cuando un joven de 26 años entró a una casa de la calle Canadá, en el barrio San José de Tierras Altas, con intención de robar. El ladrón se encontró con la dueña de casa, una mujer de 50 años, a la que apuntó con una pistola Bersa calibre 22. El hijo de la mujer, de 28 años, le dio dos disparos con un arma que la familia tenía en la casa. Uno de los tiros dio en la cabeza del intruso, que quedó gravemente herido. Fue trasladado al hospital de Trauma de Nogués, donde quedó con muerte cerebral y conectado a un respirador artificial. La madre del joven, llegada desde Chile, dispuso la ablación de los órganos, por lo cual intervinieron funcionarios del Incucai. Fuentes policiales informaron a Tiempo de Tortuguitas que anoche se dispuso la desconexión del respirador y hoy se produjo la muerte. De esta manera, la causa que instruye el fiscal Ricardo Romero, de la UFI 19 de Malvinas Argentinas, pasó a ser caratulada como homicidio en legítima defensa, robo calificado y tenencia ilegal de arma de fuego. Luego de prestar declaración, el hijo de la dueña de casa quedó en libertad. El fiscal consideró que la legítima defensa quedó demostrada por varios elementos. El principal, la presencia del joven armado en la casa, con intenciones de robo. Además, hubo testimonios de conocidos suyos que contaron que durante la madrugada lo habían visto ya con el arma en el boliche Tropitango. Y que una vez que llegó a la zona había robado a varias personas que encontraba a su paso, antes de entrar a la vivienda. El joven muerto tenía 26 años y era de origen chileno. Según trascendió, vivía con una joven en Tierras Altas, aunque tenía otra pareja en Pablo Nogués que estaba embarazada. Su madre viajó desde Chile y fue quien dio la conformidad para la ablación de los órganos. "Una mujer muy correcta", la describió una fuente policial. "Contó que le insistía a su hijo para que vaya a Chile, creía que con la familia cerca lo podrían enderezar, pero nunca le hizo caso y terminó como terminó". |
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