Malvinas Argentinas ( 7/9/2013 )
EL DESCARGO DE CARIGLINO Y LOS VÍNCULOS CON EL CASO CABELLO
En 2010, Sebastián Cabello obtuvo un registro en Malvinas, cuando aun estaba inhabilitado. A través de un comunicado, el intendente deslindó responsabilidades y negó vínculos con los Cabello. Los datos que lo desmienten.
Cariglino negó cualquier vínculo con los Cabello
A través de un comunicado que volcó en las redes sociales, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, intentó despegar a su administración del caso Cabello. En 1999, Sebastián Cabello corría una picada en la avenida Cantilo, cuando embistió a un pequeño vehículo en el que iban la veterinaria Celia González y su pequeña hija Vanina, de 4 años. Ambas murieron producto del impacto. El caso tuvo una enorme repercusión nacional. Cabello fue procesado y condenado en 2003 a 12 años de prisión y a 10 de inhabilitación para conducir. En 2010, el caso volvió a saltar a los medios nacionales, cuando se supo que el joven había obtenido un registro de conducir, dos años antes que se cumpla su inhabilitación, a través del municipio de Malvinas. Ahora, que el caso vuelve a estar en la picota, muchos recordaron esta circunstancia, lo que motivó el descargo del jefe comunal. "Ante versiones que sugieren que por amistad en Malvinas habría tramitado el registro de conducir Sebastian Cabello, aclaro que no conozco ni a él ni a su padres", afirma el intendente, quien atribuye la responsabilidad "al Tribunal Oral 30 de Capital que tipeó mal su DNI". Cariglino finaliza expresando que "En lo personal como ciudadano y padre de familia, jamás le permitiría volver a conducir a ese señor ni a nadie que haya hecho lo que él hizo". Más allá de la declaración, vale la pena recordar las circunstancias que vinculan a Malvinas con el registro "trucho" de Cabello, que fueron reflejadas en la edición 233 de Tiempo de Tortuguitas (primera quincena de junio de 2010). Ni bien la cuestión tomó estado público, fue el director de Tránsito Horacio Anello el encargado de explicar que el error estuvo en la carga de los datos de Cabello en el Registro Único de Infractores de la provincia, donde figuraba con otro número de documento. El error original, como lo explica el intendente en su descargo, fue del tribunal que juzgó a Cabello, que tipeó mal su DNI al comunicar su inhabilitación. El municipio aclaró entonces, que ni bien supo del error, procedió a anular el trámite. Pero las aclaraciones del ejecutivo malvinense no conformaron a los familiares de las víctimas. "Cómo se les puede haber pasado una cosa así, es muy llamativo", dijo Sara, madre de Celia y abuela de Vanina. "Esta gente siempre se manejó con total impunidad, seguro que ahí ha habido plata por debajo de la mesa", dijo la mujer en el diario digital Infobae. Otro que se expresó en duros términos fue el abogado Marcelo Parrilli, quien representa a los familiares de las víctimas. Parrilli sostuvo que "El otorgamiento de la licencia a Cabello no ha sido un error, como afirman desde la Municipalidad de Malvinas Argentinas, sino un acto completamente irregular y seguramente vinculado a la corrupción. Además de que para dicho organismo Cabello no podía haber estado habilitado, un elemental examen psicofísico hubiera desaconsejado de plano esa entrega". VÍNCULOS El municipio de Malvinas intentó despegar desde un comienzo de la cuestión, alegando el total desconocimiento de Cabello. Sin embargo, enseguida surgieron fuertes indicios sobre el vínculo de los Cabello con las altas esferas del cariglinismo. Tiempo de Tortuguitas accedió al testimonio de distintas fuentes que, tras pedir reserva de sus nombres, aseguraron que es altamente improbable que en el municipio de Malvinas hubieran tomado a Cabello como un registro más. El padre de Sebastián es dueño de una importante fábrica de muebles plásticos (Garden Life), radicada en el parque industrial de Tortuguitas. Hasta allí solían llegar por entonces los punteros políticos del cariglinismo a retirar sillas para distintos actos, en caráter de préstamo. Y no solo eso: otras fuentes aseguraron que, por entonces, el hijo de un funcionario del intendente trabajaba en la empresa de los Cabello. Todo esto- que como es obvio, fue omitido en las argumentaciones oficiales- dejaría en evidencia el conocimiento mutuo. Lo que hace difícil concluir que en Malvinas no hayan sabido para quién era el registro. Luis Melillo |
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