Es Oscar Bugliolo (62), quien cobró notoriedad al denunciar un caso de mala praxis durante la gestión Cariglino, al que luego terminó siendo afín. Lo detuvieron el viernes por amenazar con un arma a su esposa.

La Policía de Grand Bourg aprehendió el viernes a Oscar Bugliolo (62), polémico personaje de Malvinas Argentinas, por amenazar a su esposa con un arma de fuego. Su situación se complicó por contar entre sus antecedentes con dos causas penales en las que fue beneficiado por sendas probations. El fiscal confirmó su detención.

La aprehensión se realizó en los primeros minutos del viernes, en su casa de la calle Soldado Baigorria al 1886 de Grand Bourg, hasta donde llegó una patrulla alertada por un pedido de auxilio realizado al 911.

Cuando los efectivos bajaron del móvil se encontraron con la víctima, que acusó al imputado de haberla amenazado instantes antes con un arma de fuego. Mientras los policías escuchaban el testimonio, el hombre salió a la vereda con un revólver calibre 22 sin marca visible y cargado con cuatro proyectiles, en la mano. Ante la orden policial, dejó el arma sobre la vereda y fue aprehendido.

El fiscal Fernando Corda, de la UFI 22 de Malvinas Argentinas caratuló la causa como amenazas calificadas. La situación de Bugliolo se complicó por cargar con dos causas anteriores por amenazas, ambas resueltas con sendas probations a su favor. Estos antecedentes determinaron que su condición de aprehendido pase a la de detenido.

El inclasificable Bugliolo cobró notoriedad en la década del 2000 al denunciar una presunta mala praxis en la ya desaparecida maternidad Menem de Grand Bourg, que le habría costado la vida a una de sus hijas. Cuando hace unos años se formó un comité de familiares víctimas de casos similares, Bugliolo fue uno de los más activos participantes, con una fuerte prédica anticariglinista.

En 2012 denunció que le habían colocado en la casa elementos que parecían ser una bomba.

Pero esa postura cambió luego, cuando comenzó a frecuentar medios de comunicación afines al exintendente, para elogiarlo y denostar, en cambio, a sus antiguos aliados.

Una de las probations que hoy lo complican fue por una causa que tuvo como víctima de amenazas a la militante por los Derechos Humanos Silvia Burgos, actualmente subdirectora del área en Malvinas Argentinas.

 

Paradójicamente, en los últimos tiempos se había acercado a grupos activistas contra la violencia de género.

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