Fue en la sesión realizada anoche. Se trataron dos expedientes: uno para autorizar la venta de unidades del complejo de viviendas Marina Mercante II y el otro para asignar 2 millones de pesos extras para la seguridad del Concejo. El cariglinismo impidió el debate.

El concejo deliberante de Malvinas Argentinas tuvo ayer una breve sesión ordinaria, al término de la asamblea que reunió a concejales y mayores contribuyentes. Tras un cuarto intermedio que permitió ordenar la salida de los mayores contribuyentes, el cuerpo continuó sesionando.

El primer expediente era para autorizar al ejecutivo comunal a vender las 27 viviendas que construye en una parte del predio conocido como barrio Marina Mercante II, en Villa de Mayo.

Por la oposición, el concejal Rodolfo Tailhade trazó una reseña con los antecedentes del proyecto de viviendas iniciado en los años ‘80. Explicó que la construcción fue iniciada por una sociedad civil "de las que se conocen como de ahorro previo", y que esa entidad quebró, impidiendo que quienes habían pagado las unidades pudiesen escriturar sus unidades.

Luego, agregó que tras el quebranto la Justicia intervino la entidad, y pasó a ser la administradora de la sociedad. "Se acumularon deudas, algunas de ellas con ARBA y con el municipio de Malvinas", explicó.

Según el edil kirchnerista, "el barrio iba a rematarse, pero el municipio propuso pagar la deuda en ARBA y condonar la de tasas municipales". La Justicia aprobó la propuesta y el consorcio entregó una porción de tierras baldías al municipio de Malvinas. Sin embargo, esas tierras nunca pudieron escriturarse porque aparecieron otras deudas.

El despliegue de datos esbozados por el edil de La Cámpora pusieron nerviosa a la bancada cariglinista. Para evitar que siguiera adelante, comenzó un "operativo interrupción". "Hace dos horas que está hablando...", se quejó el concejal Toti Ruviera. El absurdo comentario dio inicio a la intervención descontrolada de algunos de sus compañeros de bancada. Entre todos lograron el bullicio necesario para que el presidente Cobreros diera por finalizada la cuestión y ordenara la votación.

"Díganle la verdad a la gente, le van a vender un buzón, porque esas viviendas no se van a poder escriturar", llegó a decir Tailhade, antes que la presidencia dispusiera pasar al segundo expediente de la noche.

LA ONEROSA SEGURIDAD DEL CONCEJO

El segundo expediente fue otro proyecto de ordenanza, por el cual se solicitaba autorización para la reasignación de partidas presupuestarias del actual ejercicio.

La oposición puso hincapié en uno de los puntos: la asignación de 2 millones de pesos extras al servicio de seguridad del Concejo Deliberante, lo que lleva a un total anual de 7 millones para el rubro.

"Ya en la sesión anterior asignamos una partida para ese ítem... la cifra nos da un gasto de 200 mil pesos mensuales en seguridad, algo que nos parece exagerado", dijo el sciolista Mariano Hidalgo.

El edil le pidió al presidente Cobreros que explique por qué se gasta esa cifra en la seguridad del cuerpo. Pero el cariglinismo no estaba para explicaciones, y otra vez fue el tortuguitense Ruviera el encargado de clausurar el debate, pidiendo a las apuradas la votación para apoyar el dictamen favorable de la comisión de Hacienda. Su moción fue avalada por las manos del bloque del intendente, lo que marcó el final de la sesión.

Luis Melillo

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