Con el objeto de crear un espacio para la expresión artística, especialmente para los chicos y los adolescentes de la zona, la Cooperativa telefónica de Tortuguitas, a través de su Subcomisión de Cultura y Educación, organiza el concurso de manchas “Primavera en Tortuguitas”. El concurso se hará el sábado 15 de septiembre, entre las 10 y las 16 horas, al aire libre, en un radio de dos cuadras alrededor de la estación Tortuguitas y podrán participar chicos de entre 6 y 14 años. Las técnicas que se utilizarán son pastel graso, marcadores, témpera, acrílico, óleo y tizas. Los premios para los ganadores de cada categoría son una computadora, una bicicleta y una caja de pintura completa. También habrá tres menciones. La bases del concurso se podrá retirar en la sede de la cooperativa, Moreno 1160, Tortuguitas, a partir del 15 de agosto. La inscripción se hace en la misma sede de la entidad, de lunes a viernes de 8 a 15 horas, y los sábados de 9 a 13 horas. Para ampliar información se puede llamar al teléfono (02320) 491068, o vía E-mail a la siguiente dirección: centrocultural@cotortel.com.ar |
Sara Tena de Barraza, oriunda de Anjuana, un pueblito enclavado en las faldas del cerro del Cajón o Quilmes, en los Valles Calchaquíes, provincia de Tucumán. Encontró el final de su vida en la localidad de Tortuguitas. Crimen impune aun como el de tantas otras víctimas de la supremacía cobarde del hombre. Fuere cual fuere el causal de este atentado, queremos el esclarecimiento y lucharemos por él. No nos anima el deseo de venganza ni el de los odios estériles. Necesitamos serenar nuestros espíritus conservando los sagrados valores de la vida. Sarita: sacrificio y símbolo entre mártires femeninos. Por infortunios caminos se conduce la mujer, sin poderse defender en condiciones desiguales de esos monstruos marginales que admite la creación. 10 de abril del 2000, en aquella triste jornada su vida fue inmolada con un arma y a sangre fría. Allá lejos en la serranía que un día te vio nacer, ya no volverás a ver todo lo más querido, tu madre, tu pago, tu nido que por siempre te recordarán. Pero... el autor de tu muerte, por más que la quiera eludir, la realidad lo ha de reducir a los límites de la verdad, su ensañamiento y crueldad se reflejarán en su espejo por el resto, y si llegara a viejo tendrá que mostrar su cara como cuando mataste a Sara, con el arma de tu espíritu y aquella de material. Sarita: ya te has ido en la vida terrenal, esa ausencia misteriosa sólo es física nomás.
DOCENTES Sr. Director del Diario Tiempo de Tortuguitas: Hoy como ayer, nos unimos para reclamar junto a todos los trabajadores y los que no tienen trabajo para decir: ¡Basta de entrega! ¡No al pago de la Deuda Externa! Que la paguen los que mas tienen. ¡No a los Patacones! Unidos al pueblo que sufre gritar: ¡Si! Trabajo para todos y ¡Si! Salud y Educación en condiciones dignas. Maestros E.G.B. Nº 28 "Gral. E. Mosconi" Tortuguitas. Malvinas Argentinas AGRADECIMIENTO Sr. Director: En el número anterior de Tiempo de Tortuguitas salió una nota referida a la visita del Intendente de Malvinas Argentinas, don Jesús Cataldo Cariglino, a nuestra localidad con motivo de festejar el día del niño, en el Club Belgrano. En esa oportunidad el funcionario Lumbreras tuvo palabras de agradecimiento con el intendente por las obras realizadas en Tortuguitas (sic). Nosotros, el pueblo, la gente, esa gente invocada por los carteles de propaganda política que llenaron nuestra localidad en los últimos días, queremos también dar las gracias por el GAS QUE NO TENEMOS. Le damos las gracias al intendente también por el abandono al que somete a nuestra localidad con los pocos asfaltos que tiene llenos de pozos, por la recolección de la poda que NUNCA se realiza, por el estado deplorable de nuestra calle principal Directorio, etc, etc. En fin, podrá notar el funcionario Lumbreras que el pueblo también tiene su modo de agradecer y reclama gas para todos y al más bajo precio posible. |
En Tortuguitas, jueves 2 de agosto a las 7.50 horas. ¿Alguien recuerda esa mañana? La humedad había decidido instalarse en vidrios, cristales espejos: bajar por paredes hasta las veredas y calles; mojar el andén de la estación tanto como si lo hubieran lavado recién. Bastante gente impaciente en la cola para comprar pasajes, todos apurados porque se acercaban el tren de "y 53". Caras de sueño, malhumor. Como todos los días, la niña parada al lado de la ventanilla: - ¿No le sobra una moneda?...Diez centavos, por favor... Hace varios meses que la veo y me pregunto qué hace aquí y a esta hora...¿Dónde vivirá? ¿Por qué nadie la cuida? Le ofrecí algo para desayunar y me fulminó con bronca en los ojos. Seguramente sobrevive por milagro. Mientras me detengo a un costado para guardar el boleto, sigo escuchando comentarios y epítetos destinados al empleado que no se apura. Alguien quedará en el andén en espera del próximo tren hacia Retiro. De pronto, ahí estaba. Un señor como de cuarenta años, vestido con prolijidad; pero lo que realmente lo distinguía, era la amabilidad en el tono de su voz. - Buenos días...Ida y vuelta a ...Muchas gracias No pude evitar seguirlo con la mirada mientras acomodaba mi cartera; al instante supe que quería acercarme, saber quién era, agradecerle porque su educación me estaba dando motivo para hacer una nota. Se perdió en la multitud que se abalanzó hacia las puertas del tren. Me ubiqué en un asiento del lado del pasillo. Algo hizo que me diera vuelta hacia el vagón de atrás, donde él ocupaba también un asiento, pero del otro lado del pasillo. Interrumpí el ensueño de mi compañera ocasional de viaje encomendándole el cuidado de mi bolso, depositado a su lado para no perder el asiento y me levanté dispuesta a lograr mi propósito. Fueron unos segundos apenas. Al girar y enfrentar el otro vagón hacia él...el asiento vacío. No estaba, lo había perdido otra vez. Nadie lo vio. Algunos dormitaban, otros leían y casi todos miraban absortos hacia la izquierda, donde se elevaba un enorme sol rojizo permitiendo que lo contempláramos por varios minutos como a través de un filtro los días de eclipse. Al llegar al ex Batallón 601, jugó a las escondidas entre las copas de los árboles, para después brillar con toda intensidad. Uno a uno los pasajeros volvieron las cabezas sumiéndose en sus pensamientos. Sonreí al recordar a un querido amigo que asegura que los ángeles existen, y a veces nos guiñan un ojo haciéndonos la vida un poquito más grata.
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Por María Curone Male Después de largos años de larga espera hoy con mucha alegría vemos nuestro sueño realizado, la presencia de nuestra plaza pueblerina. Este espacio comunica y acerca a la gente presentándola al diálogo, conocerse, entablar amistad, que bueno es ver correr y jugar a nuestros niños, contemplar sus árboles y flores, este ambiente fortifica el alma, trayendo paz al corazón, que bello es respirar ese aire fresco, puro, lejos de las preocupaciones diarias, aislándonos de alguna tristeza que a menudo nos embarga. No obstante, frente a tantas dificultades que vive nuestro país se hizo realidad con mucho esfuerzo este proyecto largamente esperado por los pobladores tortuguenses. Sin duda este logro se debe al Sr. Intendente de Malvinas Argentinas y a la buena voluntad de quienes componen nuestra comuna que luchó hasta lograr este propósito no dejando de lado a los antecesores que pelearon por conseguir este espacio, a ellos se les agradece su preocupación. Lo importante y digno de destacar es como estos jóvenes muchachos representantes de la comuna de nuestro pueblo, robándole horas del descanso, cumplido su horario de oficina, salían a las calles a trabajar descargando caños de los camiones, zanjeando y cubriendo aberturas, no debemos ser ingratos y reconocer que todo el personal de trabajo de nuestra comuna se esforzó al máximo trabajando incondicionalmente. A estos laburantes les decimos "gracias" por tanta capacidad de lucha y apoyo. No se puede menos que exteriorizar nuestra emoción que en esta plaza se recordara a nuestra Bandera y a nuestros héroes, la patria estuvo presente y sentimos que aun seguimos siendo Argentinos de raza, que amamos nuestra tierra. Sólo resta a jóvenes y mayores pedirles que se conviertan en celosos guardianes de este espacio tan anhelado, conservándolo limpio. Cuidémosla como al jardín de nuestra casa: es nuestro deber. |