CORREO DE LECTORES
CONTRA LA PIROTECNIA
Sr. Director: Me dirijo a Ud. con motivo de ciertas conductas de algunos habitantes de Tortuguitas - no son los únicos -, que extravierten su violencia interior, detonando petardos (cada vez más potentes) para las fiestas de Navidad y fin de año, como así de desafío cuando su equipo de fútbol favorito concreta un gol, gana un partido, una copa, etc. A esto se agrega la peligrosidad de las bengalas o fuegos de artificios que caen a tierra, no siempre apagados, los que ya han producido el incendio de locales comerciales y quinchos familiares. No comento detalladamente los daños físicos a personas; los medios masivos radiales y escritos, ya se ocupan reiteradamente del tema, especialmente de la cantidad de lesionados leves y graves, particularmente en los ojos, en manos y brazos, por el manipuleo de esos elementos. Los que poseemos animales domésticos, nos vemos obligados a inyectares sedantes y encerrarlos en lugares que les den algo de seguridad. En el caso de los caballos, tenemos que taponarles los oídos y permanecer cerca de las caballerizas, junto a ellos para que se mantengan lo más tranquilo posible. Se está haciendo más habitual de lo deseado ver deambulando por las calles de Tortuguitas, canes obnubilizados, que han perdido su orientación; algunos arrastrando trozos de cadena o traíllas, sujetas a sus collares; mostrando a las claras que no han ingerido alimentos ni agua durante muchas horas, o días. Este año se agregó otro agravante, en la Panamericana (Ruta 9) y en el Ramal a Pilar de la misma, a primera hora del día 25 de diciembre y del 1º de enero, se podía observar en ambas banquinas y en los carriles, cadáveres de perros que fueron atropellados y aplastados, indudablemente, no por distracción de los conductores, sino por el estado de atolondramiento que las explosiones causaran en esos animales. Pienso que esta costumbre, ahora agravada por factores psico- sociales, no se corrige con una legislación prohibitiva del uso de pirotecnia, sino con una efectiva restricción de venta, que en nuestro caso no necesita que provenga de normas impuestas a nivel nacional, o provincial, ya que el Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas, puede normarlo en su jurisdicción territorial. Deseando que el contenido de esta carta llegue a quienes puedan darle una solución y esperando que nuestros convecinos tomen conciencia de los daños que pueden causarse a sí mismos, a los animales y a los bienes de los demás, lo saludo a Ud., deseándole que sigan los éxitos con su publicación Tiempo de Tortuguitas.
Sergio Chávez - Río de Janeiro 317 - Tortuguitas
RECORDANDO AMIGOS.
Pedrín Montes; Padre Emilio; Osvaldo Bosio e hijo (muertos por manos asesinas); después nos dejó Tatín; el abuelo Sosa; Abraham; Guillermo Allermann; Martín López; Francisco Sinociain; Augusto Bravo; Pontoni; Coco (el de la maquinita); Víctor Suárez; Luis Cozzi y Señora; Aurelio Metz; Valeria Moroni; Miguel Correa; Hnos. Haffnner y su mamá; Laura Baella, tantos chicos lloraron por ti, maestra de la escuela Nº40. Y así también te fuiste vos, Chochi Pérez, una persona tan especial que tuvimos en Tortuguitas, tan luchadora por el pueblo. Cuántas veces fuiste a pelear por la limpieza de la placita y para que arreglen los juegos de los chicos. Pero llegó el día en que el cielo y tus seres queridos lloraron tu adiós y así partiste de tu querido Tortuguitas. No fui a despedirte y hoy me parece verte dirigiendo a la gente que trabaja, para hacer lo que vos querías, una placita linda, hermosa con la que vos siempre soñaste. Fue así que me diste esa alegría, al verte haciendo el regalo para la piba que saliera reina de las Fiestas Patronales de Tortuguitas. Y ese fue el último granito de arena que nos dejaste. Por eso y por muchas cosas más hoy te recuerdo a vos, mi amiga Chochi Pérez. Y cuando los domingos estoy en misa, me parece verte pasar y sentarte en ese cuarto banco como solías hacerlo, impecablemente vestida. Hoy me puse a pensar y recordaba algunos nombres de vecinos que en distintos tiempos se fueron por el mismo camino que vos partiste; entre ellos tus suegros, Don Manuel Pérez y Señora; también partió Atilio Lanutti (el Ñato); Escuin; Adolfo Rodera; Don Juan Costa y su hijo Chacho; Osvaldo Rodríguez; Alfredo Ramilo; Don Seguer; Ignacito De Céspedes y Familia; Panchilo y Sra.; y tantos otros más que Dios los llamó a su lado, todos ellos quedan en mi recuerdo y en el de todos sus allegados, que aun hoy los extrañan. Pero yo vuelvo a vos, Chochi. Nos dejaste solos a Ismael y a mí, pero como yo no te dije adiós, estarás a nuestro lado y juntos izaremos la Bandera. Las personas que lean estas líneas dirán o pensarán que Tula está loco. Pero les diré que no es loco aquel que recuerda a la gente que ama de corazón y por eso mismo les pido que no se olviden de sus seres queridos y de rezarles un Padre Nuestro, aunque más no sea, porque aunque no estén en vida, están espiritualmente con nosotros. Esto es como la película en que el Rey León le dice a sus cachorros: "Ven lo que brilla ahí en el cielo, son todos seres que se fueron de aquí y desde allí arriba nos miran, nos cuidan y nos guían para que sigamos siendo buenos". Una lágrima por un difunto se evapora. Una flor en su tumba se marchita. Una oración por su alma la recoge Dios.
Nicolás Tula
AGRADECEN A LOS BOMBEROS
Sr. Director: Quiero hacer llegar mi más sincero agradecimiento al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Tortuguitas, por su apoyo incondicional hacia mi persona y hacia mi familia en este triste y doloroso momento que nos ha tocado vivir, con el fallecimiento del padre de mis cuatro hijos. Dichos muchachos nos han trasladado al hospital de Los Polvorines en dos oportunidades y nos han apoyado siempre, es por ello que quiero decirle a la comunidad que se acuerden de ellos y que colaboren porque nadie está excento de necesitar de su presencia, y a los muchachos del cuerpo decirle gracias y sigan adelante que los necesitamos por una comunidad mejor. Porque ustedes con su vocación, sin sueldos ni recompensas demuestran como se debe "Amar" al prójimo.
Zulema Moreira (Manzanera)
|