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Historias de Tortuguitas - Solares de la Reina
UN BARRIO CON AIRES DEL VIRREINATO
| A comienzos de la década del cuarenta del siglo pasado, Tortuguitas continuaba siendo un paraje rural, en el que predominaban los tambos, las quintas de hortalizas y unas pocas quintas de fin de semana, que aparecían al influjo del Tortugas Country Club, fundado en el año '30. Había escasos comercios: el almacén de Simón Claro -que luego sería de Abraham y Rodera-, en L.M. Drago y donde se corta actualmente la calle Formosa, y el almacén El Ñato, de Vicente Lanutti, en Directorio al 600. En lo que hace al ferrocarril, por aquellos años, un decreto del entonces presidente Juan Perón elevaba la categoría del Paradero Km. 40 a Estación Tortuguitas. El jefe de estación era Juan Eusebio Paoli, quien vivía junto a su familia en una casa que estaba donde hoy se encuentra la plaza. Los taxis de Juan Costa y de Lema trasladaban a los escasos pasajeros que llegaban. Además, estaba el colectivo de Almirón, que iba desde la estación hasta el Tortugas. |
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| Un aviso aparecido en el diario Clarín de la época anunciaba la venta de terrenos |
La nueva estación fue un disparador para promover los primeros loteos en la localidad. De este modo fueron surgiendo los primeros barrios. Fue el pasaje de lo rural a lo urbano, el momento en el que Tortuguitas fue delineando su actual fisonomía.
Entre los primeros loteos se destaca el del barrio Solares de la Reina, realizado a fines de los '40 por la firma Ungaro & Barbará, en tierras que eran propiedad de Juan Larreyna, donde funcionaba el tambo de Luis Ángel Navarro, que luego trabajaron sus hijos José y Herminio. Las tierras de Larreyna fueron compradas por la empresa S.A.L.V.A. para su loteo. Se ofrecieron a la venta "90 solares con superficies de 300 a 1160 metros cuadrados", según rezaba un plano de remate de la época. La base era a razón de $2 el metro cuadrado y el plazo de pago era de cinco años. En el plano de venta se ponía énfasis en la proximidad del Tortugas Country Club y de la estación del ferrocarril. En la entrada del barrio, por la actual calle Mariano de Vedia, se construyeron dos grandes pilares, que tenían cada uno de ellos un escudo de bronce con el nombre del barrio. De esos pilares, uno aún se halla en pie, el otro fue desaprensivamente derrumbado a comienzos de los '90. Una actitud absurda que no debió ser permitida por las autoridades del momento.
Una curiosidad histórica: en sus inicios, las calles del barrio tenían nombres que guardaban relación con el período virreinal. Así, la actual Mariano de Vedia era la Avenida de la Reina; Paso de los Andes era la calle de los Virreyes; Batalla de Maipú era la calle de los Adelantados; Batalla de Chacabuco era la calle del Cabildo; Combate de San Lorenzo era la calle de las Carabelas; Santiago de Chile era la calle de los Navegantes; Brasil era la calle de los Alcaldes; Panamá era la calle de las Misiones.
Gildo Galiano fue uno de los primeros vecinos del barrio. "Me enteré del loteo por un cuñado, me gustó el lugar y compramos. Pagábamos 8 pesos por mes". Galiano recuerda que el barrio contaba con aromos florecidos y un mejorado en la calle Vedia, hasta Combate de San Lorenzo. "Llamaban mucho la atención los pilares y los escudos de bronce que tenían. Había muy pocas familias, recuerdo la casa de Petrella, la de la familia García y la nuestra". A poco de instalarse, junto a su esposa, los Galiano abrieron un almacén al que llamaron con el nombre del barrio. "Venían a comprarnos los quinteros portugueses de las quintas de verduras en Los Ángeles y los vascos tamberos, que pasaban para llevar los tarros de leche a la estación. Recuerdo el vasco Martingaste, al que llamaban Patalarga, una excelente persona. Estaba en el campo La Juanita y tenía una vaca especial que ordeñaba para mi hija, que era chiquita". El almacén luego dio paso a la sodería Solares, que funcionó hasta mediados de los '70. La evocación final de Galiano habla de un pasado mejor. "La vida era muy tranquila, nosotros teníamos quinta de verduras, nadie tocaba nada. Después todo fue cambiando...".
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