LA DESREGULACION TELEFONICA Y LAS COOPERATIVAS TELEFONICAS
A comienzos de los '90 el país se encontraba inmerso en un proceso de privatización de distintos sectores de la economía. Dentro de ese contexto se realizó la privatización de la telefonía, hasta entonces monopolizada por la empresa estatal Entel, que culminó con el otorgamiento de la licencia para operar en ese rubro a las empresas Telefónica y Telecom. Una de las cláusulas fijaba un período de 10 años de exclusividad para estas empresas, período que terminó el jueves 9 de noviembre de 2000. A partir de ahora las telecomunicaciones de nuestro país han quedado desreguladas y cerca de diez empresas se han lanzado a la conquista del mercado. Pero además de los grandes operadores - como las dos empresas antes nombradas y otras como CTi Móvil y Movicom - existen otros actores en la telefonía nacional; tal es el caso de las cooperativas telefónicas, entre ellas la de Tortuguitas. Con más de treinta años operando en el sector, las cooperativas representan un 5 % del mercado de la telefonía básica y han sido reconocidas, desde el año 1992, como operadoras independientes. Atrincheradas desde Fecotel y Fecosur - las dos federaciones que las nuclean, - las cooperativas telefónicas han venido desplegando una estrategia tendiente al reconocimiento de sus derechos en la complicada coyuntura del sector. Pedro Korolkov es una persona más que autorizada para explicar la posición y las expectativas de las cooperativas telefónicas en este particular momento. Korolkov es nada menos que Vicepresidente Primero de Fecotel, además de tener una experiencia de varias décadas como consejero de la Cooperativa Telefónica de Del Viso, donde en la actualidad se desempeña como Gerente de Relaciones Institucionales. - Por qué existen cooperativas telefónicas en lugares como Tortuguitas o Del Viso? - Cuando hace más de treinta años un grupo de pobladores quisieron que estas localidades tuvieran telefonía comenzaron las gestiones en Entel, que les recomendó formar una cooperativa. Por entonces para el estado esta zona era considerada marginal no rentable, es decir que económicamente no les interesaba. Por eso surgen nuestras cooperativas telefónicas, un poco también al influjo de las cooperativas surgidas un poco antes en Santa Fe, por auspicio del Gobernador Silvestre Begnis. -¿Cómo llegaron las cooperativas al momento de las privatizaciones? - Fue un proceso muy duro. Hasta entonces las cooperativas telefónicas no tenían un status jurídico, eran meros autorizados para prestar servicios telefónicos, bajo todas las reglas de Entel, que era muy estricta. Esto no les permitía a las cooperativas ampliarse aunque pudieran hacerlo, porque Entel no proveía los enlaces, y esto era fundamental para comunicarse al exterior. Entel era un corset que no nos dejaba crecer. - ¿Qué cambia con las privatizaciones? - Ese corset que tenía Entel es heredado por las empresas que acceden a la privatización del sector. Para estas empresas, Telefónica y Telecom, las cooperativas telefónicas eran un fenómeno desconocido. Sucede que en Europa no está extendida esta experiencia del cooperativismo aplicado a la telefonía, sí lo está en EEUU, pero no en Europa. De modo que en los primeros años nos consideraban simples concesionarios o revendedores del servicio telefónico. Por eso luchamos cerca de dos años para lograr que se legitimen nuestros derechos. Así fue que el 13 de julio de 1992 nos otorgan la categoría de operadores independientes de telefonía. Y fue tan importante este hecho, que esa fecha a sido instituida como el Día Nacional de las Telecomunicaciones, en homenaje - según dice el decreto que se firmó a tal efecto- al movimiento cooperativista telefónico, que desarrolló la telefonía en lugares marginales, económicamente no rentables, o como dicen algunos dirigentes "en el interior del interior". - Ser operadores independientes de telefonía, ¿qué significó para las cooperativas? - Significó, en principio, ser igualadas a Telefónica y Telecom. Esto nos fijó una gran responsabilidad que era la de cumplir con todas las metas de calidad de servicio que se exigían a estas empresas. Fue un desafío muy duro en cuanto a inversiones y capacitación. El cooperativismo logró cumplir las metas de calidad de servicio y digitalización de la red en su totalidad. Esto es importantísimo ya que al haber cumplido las metas se consiguió la prórroga de la exclusividad por tres años más. Esto que consiguieron las cooperativas no lo consiguió ni Telecom ni Telefónica y por eso tuvo que renegociar la exclusividad y en consecuencia ingresan Movicom y Cti Móvil. Una cosa que hay que entender es que Telefónica y Telecom heredaron las prerrogativas de Entel, en desmedro de las cooperativas. Es decir que seguíamos encorcetadas y limitadas en nuestro crecimiento. En el año 1997 nos dan tres posibilidades: integrar un consorcio con un operador de telefonía celular del interior y otro de Capital, venderle la licencia y los activos a uno de los cuatro grandes operadores o pedir la prórroga hasta el 2000. El movimiento cooperativista telefónico optó por esta última opción. Esto implicaba prepararse para competir en el 2000, que era un verdadero desafío. Pero integrar un consorcio significaba ser absorbidos por las grandes empresas. Y vender las licencias y los activos no era una decisión nada fácil. De modo que las cooperativas decidieron asumir el desafío de pedir la prórroga y prepararse para competir. - ¿Cómo fue esa preparación? - Las cooperativas se abocaron a conseguir licencias, nacionales e internacionales, para poder explotar el servicio a partir del 2001. Se creó una sociedad, Tecoop, integrada por todo el movimiento cooperativista telefónico. Esta es una de las herramientas con la que cuentan las cooperativas, para nuclear y negociar en volumen el servicio de comunicación. Somos el 5 % de la telefonía básica; esto en términos de macroeconomía es insignificante. Por eso es fundamental negociar volúmenes de comunicación y de servicios adicionales, para poder compensar las bajas y poder sostener las estructuras. Lo que hay que resaltar es que todo este proceso se dio en un marco muy inestable, tanto que en los diez años que duró este proceso nos cambiaron las reglas del juego cerca de ocho veces. Hubo que hacer un trabajo de lobby importante para hacer valer nuestros derechos - Hoy que la desregulación ha llegado, ¿se sienten satisfechos con las posiciones obtenidas?. - Tenemos dos sensaciones. A mediados de año el presidente De La Rua, en su gira por los EEUU llevó un instructivo sobre telefonía en el cual las cooperativas no estaban consideradas, porque el secretario de comunicaciones Aguiar no tenía en cuenta a las cooperativas. Ahí se empezó una furiosa acción para lograr insertarnos en el que sería el decreto definitivo. El resultado fue que conseguimos catorce menciones en los tres decretos de desregulación. Esto es un progreso, pero no compensa nuestras aspiraciones. Por eso hablaba de dos sensaciones, una de satisfacción y otra de insatisfacción. Esto nos dio un respiro en cuanto a los acuerdos de interconexión, al menos hasta el 2001. Nos obliga mucho más a fortalecer Tecoop, ahora que las reglas del juego están claras, porque en el 2001 el movimiento cooperativista telefónico debe estar integrado. - ¿Qué se espera en lo inmediato? - Se estima que va a haber una baja significativa de las tarifas, lo que afectará las economías de las cooperativas. Los mecanismos de opciones, aun sin ingresar empresas al área, producirán bajas del 30 %, aproximadamente. Las cooperativas apuestan a diversificar sus actividades y dar mucho valor agregado a sus servicios. Así se compensan los ingresos que se pierden. El compromiso que tenemos con la comunidad, uno de los principios del cooperativismo, nos llevan a plantearnos la realización de obras o servicios que el estado no lleva a cabo. Un buen ejemplo es Internet, que las cooperativas empezaron a desarrollar en 1995. Hoy las cooperativas le dan Internet a las escuelas, por ejemplo, cosa que el estado no hace. A veces esto desvirtúa algunos conceptos y la gente piensa que las cooperativas deben cubrir todos los baches del estado, y esto no es así. - Por último, ¿Cómo se encuentran en este momento tan especial de las telecomunicaciones del país? - Estamos confiados, tratando de sumar voluntades para lograr el volumen del que hablaba antes y que es lo que nos va a hacer fuertes. Este proyecto incluye también a las cooperativas eléctricas, de agua potable y de otros servicios públicos. Entre todas sumamos un millón y medio de asociados, que a cuatro personas por familia nos da unos seis millones de personas. Si logramos acuerdos estratégicos y lo volcamos a la obtención de nuevos servicios, podemos conseguir muy buenos resultados. Lo importante es comprender que el futuro de las cooperativas pasa por una acción unificada.
PERFIL
Jorge Korolkov se reconoce como un apasionado del cooperativismo. Nació en San Isidro y llegó a Del Viso en 1963. Por el '66 se inició como dirigente en la Mutual Empleados de Golf. Durante casi veinte años se desempeñó en distintos clubes de campo de la zona. Hace quince años ingresó en el Consejo Directivo de la Cooperativa Telefónica Del Viso como consejero suplente. Fue cinco años secretario hasta que en 1995 fue designado al frente de la Gerencia de Relaciones Institucionales de la entidad. Es Vicepresidente Primero de Fecotel, a la que representa en el Consejo Asesor del Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC), en Cooperar y en Previsol. En la actualidad vive en Pilar, está casado y tiene 3 hijos y dos nietos. Cuando no trabaja en temas relacionados con el cooperativismo escucha música o juega al golf. "Juego desde antes que Menem lo pusiera de moda. Lo aprendí por haber trabajado en clubes de campo", aclara Korolkov, que con 50 años ha comenzado a estudiar Licenciatura en Organizaciones No Gubernamentales en la Universidad de San Martín. Es hincha de River Plate.
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